Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

martes, 23 de septiembre de 2025

Tiempo de dudar



En los últimos años, el historiador y periodista Carlos Bravo Regidor ha sostenido en la revista Gatopardo una serie de conversaciones con pensadores globales que discuten algunos de los grandes temas de nuestro tiempo: el populismo, la erosión democrática, las ultraderechas, la melancolía de izquierda, la desautorización de la ciencia, los nuevos fascismos, las guerras simultáneas, el crecimiento de la desigualdad… 

 Esas entrevistas han sido reunidas y editadas por Grano de Sal en un volumen que lleva por título Mar de dudas. Conversaciones para navegar el desconcierto. Algunos de los entrevistados son el filósofo español Daniel Innerarity, la profesora de Columbia, Nadia Urbinati, el argentino Federico Finchelstein, la colombiana Laura Gamboa, el estudioso de la desigualdad Branco Milanovic o el autor de ¿La rebeldía se volvió de derecha? (2021), Pablo Stefanoni. 

 Un diagnóstico que recorre todo el libro es que vivimos una innegable crisis de la democracia liberal. La idea emerge lo mismo en el diálogo con David Altman, analista preciso de los mecanismos de democracia directa, que en la entrevista a Sophia Rosenfeld, historiadora de la Universidad de Filadelfia, que ha estudiado el agrietamiento de la noción de “verdad”. También aparece esa idea en el intercambio de Bravo Regidor con la pensadora turca Ece Temelkuran, autora de Cómo perder un país. Los siete pasos de la democracia a la dictadura (2019) o en la charla con Margaret MacMillan, historiadora canadiense que ha recorrido la trayectoria universal de las guerras. 

En todos esos diálogos –mucho más que entrevistas, ya que las intervenciones del autor del libro suelen ser decisivas- se reitera la evidencia de que vivimos en una época posterior a la que siguió a la Guerra Fría y que estuvo marcada por la expansión global de la democracia. Pero la presencia de esa nueva temporalidad en la historia global no sólo se afirma por medio de la crisis de la democracia. También aparece a través del énfasis en la nueva envoltura de viejos fenómenos. 

Son frecuentes las reiteraciones del adjetivo: nueva complejidad, nuevos populismos, nuevos fascismos, nuevas desigualdades, nuevas derechas, nuevas guerras… Lo nuevo se establece en relación con el periodo inmediatamente anterior de la Postguerra Fría, aunque también de buena parte del siglo XX. El libro se instala, como decíamos, en un diagnóstico global de nuestro tiempo. Todos los síntomas del cambio son localizables en cualquier costado del planeta. 

Sin embargo, no están ausentes los aterrizajes en contextos inmediatos como Estados Unidos con Trump, Turquía con Erdogan, Hungría con Orbán, el México de López Obrador o los regímenes más prolongados de Vladimir Putin en Rusia, Xi Jinping en China, Nicolás Maduro en Venezuela o Daniel Ortega en Nicaragua. Los dos diálogos finales, con Francis Fukuyama y con Iván Krastev, aportan acaso la mirada menos localizada del volumen y, a la vez, la más deudora del debate sobre el mundo posterior a la caída del Muro de Berlín y el supuesto “fin de la historia”. 

Un nuevo Fukuyama, de vuelta del triunfalismo de fines del siglo XX, llama a mirar de frente los “desencantos” con el orden liberal. Krastev, por su lado, autor con Stephen Holmes de La luz que se apaga. Cómo Occidente ganó la Guerra Fría pero perdió la paz (2019), advierte que desde 1989, cuando cayó el el Muro de Berlín pero se masacró a la juventud en Tiananmén, hubo indicios de aquella ficción triunfalista. 

El mensaje final de este libro, que ofrece una guía de lecturas para orientarnos en la tercera década del siglo XXI, no es desesperanzador: es un exhorto a dudar. Lo que proponen el anfitrión y los invitados a este coloquio es no enfrentar la incertidumbre con una certeza sino con más dudas e interrogaciones. Para no repetir los errores del último liberalismo, mejor regresar a la premisa de que un orden plural es posible si se abandonan los dogmas.

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