Libros del crepúsculo

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domingo, 29 de mayo de 2011

Un soneto de Néstor Díaz de Villegas







Del cuaderno “Godot Ex Machina”, incluido en la reciente edición del poemario Cuna del pintor desconocido (Aduana Vieja, 2011), del escritor cubano, Néstor Díaz de Villegas (1956), reproduzco este magnífico soneto.











"Francis Bacon delante del Papa Inocencio X de Velázquez "



Este guerrero puesto de rodillas
delante de la puerca de la Historia
pidiendo absolución de su memoria
a aquel que obró primeras maravillas

reconoce la técnica irrisoria
en minúsculas ruedas de alforcillas
-empapada la silla de Castilla-
nada menos que el manto de la gloria.

La pintada visión por todas partes
rezuma realidad, y sin embargo
es la más traicionera de las artes.

¿Cómo pintar la duda por encargo
-la mirada que al público repartes-
si el precio de mirar es tan amargo?

8 comentarios:

  1. El que escribe esas cuartetas

    y tantas cosas manidas

    a esta altura de la vida

    debería empujar carretas


    http://havanaschool.blogspot.com/

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  2. Cuidado con el magnífico adjetivo. Néstor hace bien lo que se propone (y lo mismo cabe decir de Rojas con su excelencia en lo suyo, que no parece incluir la recepción de la poesía). Ni Néstor, ni mucho menos el lector, necesitan de magnificencias a priori, condicionantes, acríticas. El juicio que se queda en el comentario promotor del 'socito' le hace un flaco favor a la crítica y, por extensión, a la cultura cubana. Seamos serios. No contribuyamos a nuestra proverbial indigencia crítica. El poema de Villegas pudiera ser excelente, pero no lo es. Siendo un soneto de corte clásico, contiene una pifia imperdonable. Se carga la rima consonante perfecta requerida en el verso número siete. Cosa que se debiera enmendar antes de la publicación del libro. Lo digo a disgusto porque el soneto de veras que me gusta. Lo siento, pero alforcillas y Castilla son asonantes. Falta una ese en Castilla, y este no es un soneto libre, sino uno muy ajustado al modelo clásico. Saludos, Pernóstico

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  3. Bueno Pernóstico no hay que ponerse tan castizo. El soneto es bueno y a Rojas le parece magnífico. Recuerde al viejo Lope cuando defendía más libertad en el soneto:


    Un soneto me manda hacer Violante,
    en mi vida me he visto en tal aprieto;
    catorce versos dicen que es soneto:
    burla burlando van los tres delante.

    Yo pensé que no hallara consonante
    y estoy a la mitad de otro cuarteto;
    mas si me veo en el primer terceto
    no hay cosa en los cuartetos que me espante.


    Por el primer terceto voy entrando
    y aun parece que entré con pie derecho,
    pues fin con este verso le voy dando.


    Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
    que voy los trece versos acabando:
    contad si son catorce, y está hecho.

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  4. En el famoso soneto citado por el comentarista anterior, Lope no pide ninguna libertad para ese tipo de composición poética sino, al contrario, define las rígidas reglas de su factura. El soneto es una cárcel, señor mío, como usted mismo demuestra en el ejemplo que aporta. Si no reléalo con cuidado y se dará cuenta. El soneto supone férrea disciplina y pulimento equilibrado, de ahí que sea la prueba de fuego del poeta. De Villegas la aprueba con creces y por eso me atrevo a señalarle la mancha de la rima defectuosa (que podría arreglar fácilmente rehaciendo el verso 7: ‘sillas’ al final, p. ej.). En mi comentario, que quede claro, no hay malicia contra el autor ni nada de casticismo. Al contrario de los puristas de la rima, no hallo mal rimar rayo con gallo o casa con raza, puesto que zeta-ese o ye-elle se pronuncian igual en el español nuestro. Deseo añadir que el soneto nestorino, descontando la rima desafortunada, no desmerece junto al de Lope citado en este foro. Incluso lo supera holgadamente por el pathos sostenido que culmina con un cierre inmejorable, mientras que el del clásico es solo un ejercicio de ingenio e ironía condescendiente, escrito de un tirón según cuentan, que a estas alturas apenas tiene un valor didáctico (más la firma de quien fuera ya en vida un consagrado, por supuesto). Lope versificaba con una facilidad monstruosa y esa era su mayor debilidad. Nos dejó mucha cáscara junto a grandes realizaciones. Era un genio, sí, pero con genialidades muy desiguales. Los clásicos del Siglo de Oro eran también humanos. A veces, más de la cuenta. De nuevo, Pernóstico

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  5. Pero Señor mío usted por lo visto no tiene humor para leer el Siglo de Oro. El octavo verso de la segunda cuarteta tiene catorce sílabas por lo menos y Lope se burla burlando de esa camisa de fuerza, de esa supuesta "cárcel" de que Usted habla. El soneto de Villegas es buenísimo.

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  6. El octavo verso del soneto de Lope citado por el comentarista es sin la menor duda un endecasílabo, o sea, tiene 11 sílabas métricas y no 14. Ojo, no deben confundirse las sílabas gramaticales con las métricas. Por ejemplo, la sinalefa obligatoria en 'no hay' convierte las dos sílabas gramaticales en una sola sílaba métrica. Cuéntese --y léase-- dicho verso así: 'No_hay - co - sa_en - los - cuar - te - tos - que - me_es - pan - te'. El verso de catorce sílabas métricas es el alejandrino, usado en el soneto modernista rubendariano. Ejemplo: “En la playa he encontrado un caracol de oro”.

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  7. Se me quedaba en el tintero:
    1) No he dicho que el soneto de Díaz de Villegas sea malo, sino que tiene un verso defectuoso y comprometedor de su excelencia, para lo cual me baso en un hecho verificable y no en una apreciación subjetiva.
    2) Lo del "burla burlando" nada tiene que ver con la factura del soneto, que Lope respeta religiosamente, como no podía ser de otro modo en su tiempo y su medio. Sucedió que Violante lo emplazó en público a improvisar un soneto, como para ponerlo en ridículo. Y Lope se lo escribió in promptu dando incluso la receta para escribir un soneto. Apearse con que Lope "se burla burlando de esa camisa de fuerza" que es el soneto, es atribuirle una filiación vanguardista muy extemporánea. No, señor. Lope se ponía la camisa de fuerza y le quedaba pintada, como un traje a la medida. Esa es su genialidad, entre otras cosas desde luego. Saludos, Pernóstico

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  8. El soneto tiene dos problemas:

    1) el verso: "a aquel que obró primeras maravillas". Su sonoridad es deficiente: qqbrpr

    2) "rezuma realidad" es una frase hecha.

    Pero Néstor es un excelente versificador, que conste.

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