Libros del crepúsculo

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domingo, 15 de octubre de 2017

Tzvetan Todorov y el problema de la criminalización del comunismo




En su libro póstumo, El triunfo del artista: la revolución y los artistas rusos, 1917-1941 (Galaxia Gutenberg, 2017), Tzvetan Todorov vuelve a contar las armonías y conflictos entre los poetas y narradores, músicos y pintores soviéticos con el Estado, primero bolchevique y luego estalinista, construido en Rusia. Regresa Todorov a los dramas familiares de Ajmátova y Mandelshtam, Malévich y Bunin, Pasternak y Bulgakov. El importante pensador búlgaro-francés hace un apunte sobre las simplificaciones y escamoteos históricos que produce la criminalización del comunismo, que me parece válido no sólo para la historia de la URSS o los socialismos reales de Europa del Este sino para la historia china, vietnamita o cubana del siglo XX:

"El hundimiento de los regímenes comunistas en Europa del Este y Rusia, en 1989-1991, supuso el debilitamiento, cuando no el declive, de una ideología en el mundo, pero no deberíamos pasar esta página de la historia reciente sin haberla leído con atención. Como la doctrina y los regímenes que se inspiraron en ella generaron incalculables víctimas, los han denunciado como criminales y han quedado señalados por el oprobio. Ahora bien, aunque no podemos pasarla por alto, esta perspectiva criminológica, que a lo largo de toda la historia del comunismo se centra en las víctimas y en su sentimiento, no basta para describir todas las dimensiones del cambio radical que trajo consigo esta revolución. El sentido de un acontecimiento de tanto alcance no puede reducirse a una simple condena moral, política o jurídica. Sus diferentes aspectos merecen un análisis más detallado, tanto para entenderlo mejor como para extraer enseñanzas para nosotros hoy, cien años después del acontecimiento inaugural".

1 comentario:

  1. De acuerdo, cambiando lo que hay que cambiar es válido para los intelectuales cubanos bajo el castrismo. Y leer también su "Insumisos", Galaxia G, 2016. Todorov nos permite fecundas analogías.

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