Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

domingo, 8 de agosto de 2010

Moonlight inVermont

En verano, las lunas llenas de Vermont alumbran como en pocos lugares de la tierra y hacen brillar las Green Mountains y el lago Champlain. La famosa canción “Moonlight in Vermont” de John Blackburn y Karl Suessdorf, que cantaron Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Frank Sinatra y Chet Baker, entre otros, tiene, como decían los viejos filósofos, un fundamento natural.
En vano he buscado en los cuadernos de Pedro Salinas un poema inspirado en Middlebury College. Por un momento pensé que su conocido poema “Luz de la noche” podía relacionarse con esa luminosidad nocturna que se siente en los veranos de Vermont. Pero es imposible, ya que el poema pertenece al cuaderno Fábula y signo, de 1931, y Salinas comenzó a dirigir los cursos de verano de Middlebury College, ya en el exilio, luego de la caída de la República.
Reproduzco el poema porque, a pesar de todo, trasmite esa claridad lunar de las noches de Middlebury y, también, porque anticipa algo del tono de la poesía exiliada de Salinas. Hay una certeza de estar lejos, en una parte del mundo donde es de noche, mientras en la otra es de día, muy similar a la que debieron sentir Salinas y todos los poetas exiliados españoles, cuando cruzaron el Atlántico y se refugiaron en América.


Luz de la noche

Estoy pensando, es de noche,
en el día que hará allí
donde esta noche es de día.
En las sombrillas alegres,
abiertas todas las flores,
contra ese sol, que es la luna
tenue que me alumbra a mí.

Aunque todo está tan quieto,
tan en silencio en lo oscuro,
aquí alrededor,
veo a las gentes veloces
—prisa, trajes claros, risa—
consumiendo sin parar,
a pleno goce, esa luz
de ellos, la que va a ser mía
en cuanto alguien diga allí
«ya es de noche».

La noche donde yo estoy
ahora,
donde tú estás junto a mí
tan dormida y tan sin sol
en esa
noche y luna del dormir,
que pienso en el otro lado
de tu sueño, donde hay luz
que yo no veo.

Donde es de día y paseas
—te sonríes al dormir—
con esa sonrisa abierta,
tan alegre, tan de flores,
que la noche y yo sentimos
que no puede ser de aquí.

1 comentario:

  1. Acabo de leer en TNY que falleció Tony Judt. La noticia resulta más lamentable aún, porque a la página de obituarios del periódico la precede otra con un reportaje sobre los intolerantes aquí en Estados Unidos, que ya están operando a a calzón quitao y se oponen a la construcción de nuevas mezquitas, en mitines a los cuales llevan perros, con el argumento directo de rechazo a los musulmanes, no importa si son norteamericanos o no, y al Islam. Nada de pretextos de que la mezquita aumentaría el tráfico en el vecindario o demasiada gente por la zona o mucha bulla alrededor. Simplemente que a los musulmanes no los quieren cerca. Judt fue un ejemplo de una actitud contraria, pero mucho más. Saludos. Armengol.

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