Libros del crepúsculo

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miércoles, 20 de abril de 2011

Choque de generaciones

El cambio tecnológico introducido por la cultura digital en las dos últimas décadas está generando un choque generacional tan o más intenso que el que se produjo entre los años 50 y 70, cuando la gran reproducción de la sociedad de consumo que siguió a la segunda postguerra, enfrentó a jóvenes y viejos. Entonces lo que enfrentaba era el rock and roll, las drogas, el amor libre, el pacifismo, Ginsberg y Kerouac, Warhol y The Beatles… Nuevos usos y costumbres culturales, que propiciaban una tensión, fundamentalmente, moral.
En algunas películas de la época, como Rebelde sin causa (1955) de Nicholas Ray, protagonizada por James Dean y Natalie Wood, o Al este del paraíso (1954) de Elia Kazan, también estelarizada por Dean y basada en la novela homónima de John Steinbeck, o, más claramente, en The Wild One (1953) de Laszlo Benedek, actuada por Marlon Brando y Lee Marvin, adaptación de un relato de Frank Rooney, se escenifica aquel choque generacional. El pueblo al que llega Brando con su ejército de motociclistas y rockandrolleros parecía habitado, sólo, por ancianos y muchachas. Las leyes que desafiaban los jóvenes, en el cortejo de las muchachas, eran patrimonio de los viejos.
Hoy el choque generacional es tecnológico, pero tampoco deja de tener implicaciones morales. En el film Red Social (2010), de David Fincher, se observa el momento de la nueva fractura durante la escena en la que Mark Zuckerberg se enfrenta a profesores y funcionarios de Harvard con el argumento de que él, sin recursos y desde su pequeña habitación en el campus, ha violado el sistema de seguridad electrónica de la universidad y ha revolucionado el mundo de la comunicación digital. La dimensión moral del desafío tiene, a su vez, un elemento histórico: la superioridad de Zuckerberg parte del hecho de reconocerse como una criatura de la era digital, mientras que sus profesores pertenecen al viejo mundo de la palabra impresa.

2 comentarios:

  1. Rojas, el viejo mundo de lo impreso va a ser más perdurable que la impresionante tecnología digital. Los programas jpg (donde tenemos las fotos) los procesadores de palabras como word y hasta los libros electrónicos serán indescifrabeles a la vuelta de 100 años. Otros programas harán inútiles los portadores como hoy el DVD player no sirve para videos de cinta.
    APARTE
    Acabo de leer su ensayo hoy en El País. Me convenzo de lo que ya barruntaba desde que me topé con Las repúblicas de Aire. En mi opinión es usted el pensador cubano más esclarecido desde los tiempos de Mañach. Le felicito humildemente.

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