Libros del crepúsculo

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jueves, 24 de septiembre de 2009

El continente olvidado


A medio camino entre el cuaderno de viaje, el análisis político y la crítica literaria, El insomnio de Bolívar, libro de ensayos del novelista mexicano Jorge Volpi, que ganó la más reciente edición del II Premio Iberoamericano Debate Casa de América (2009), es una valiosa introducción a la América Latina de inicios del siglo XXI. Es difícil no suscribir la idea central de Volpi: esta nueva Latinoamérica, donde han desaparecido las revoluciones y las dictaduras, donde se han desvanecido, finalmente, las utopías comunistas y las panaceas neoliberales, comienza a ser una región más normal, más aburrida, menos épica y, por tanto, más olvidable.
Volpi toma buena parte de su enfoque del inquietante ensayo Forgotten Continent. The Battle for Latin America’s Soul (2007) de Michael Reid y enfrenta, con razón, ese tipo de análisis, centrado en los dilemas institucionales y culturales de la política regional, a una larga tradición de la izquierda marxista, cuyo emblema sería Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, que ha entendido los problemas sociales y económicos de esta parte del mundo como meras consecuencias de la hegemonía atlántica de las potencias coloniales, en el pasado, y de la hegemonía mundial de Estados Unidos en la actualidad.
Como un Tocqueville al revés, Volpi constata la melancolía y el tedio que invade las nuevas democracias latinoamericanas. Los nuevos caudillos carecen de la aureola redentora de un Cárdenas, un Perón o un Vargas y los nuevos revolucionarios, que no han hecho revolución alguna, invocan epopeyas cada vez más alejadas de los discursos y las prácticas del presente, como la independencia bolivariana o las guerrillas guevaristas. “La súbita desaparición del típico dictador latinoamericano –dice Volpi- tiene como consecuencia la jubilación momentánea del típico guerrillero latinoamericano”.
Por su propio papel en ese fenómeno, vale la pena leer las páginas que Volpi dedica al cambio estético y político producido en la literatura regional en las dos últimas décadas. Con la caída del Muro de Berlín no sólo se vino abajo la poca influencia que le quedaba al realismo socialista sino que el “realismo mágico”, lo “real maravilloso” y otras estrategias “barrocas” y “neobarrocas” de escritura se vieron severamente cuestionadas como sublimaciones literarias de tradiciones y costumbres autoritarias. El dictador y el guerrillero se habían vuelto tan exóticos y, a la vez, tan “latinoamericanos” como Remedios la Bella o los bebés con cola de cerdo.
Los estereotipos narrativos, construidos en torno al boom, además de empobrecer una literatura heterogénea –“de la noche a la mañana, Vargas Llosa, Fuentes y Cortázar fueron asimilados al credo mágicorrealista. Autores tan diversos y excéntricos como Rulfo, Onetti, Cabrera Infante, Donoso e incluso Borges -¡Borges!- fueron leídos con los mismos lentes”- dejaron de ser una “categoría artística” y se convirtieron en una “etiqueta sociopolítica”: algo así como una variante sustituta del realismo socialista. Esas estéticas y esas políticas, sostiene el autor de El insomnio de Bolívar, tienen poco que ver con la América Latina que entra al siglo XXI.

8 comentarios:

  1. Si el sueño de Bolívar era la unidad latinoamericana cuál es entonces el insomnio de Bolívar. Leí una entrevista en que Volpi hablaba de una reagrupación del continente en tres Américas, la del Norte (Canadá, EU, México), la del Sur, de Venezuela y Colombia a Argentina, Brasil y Chile y una intermedia de Centroamérica y el Caribe. Ese debe ser el insomnio de Bolívar.

    Artemio Cruz (México D.F)

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  2. Me parece muy atinado lo que dice Volpi sobre la perjudicial influencia que ha tenido a la larga el realismo magico. Pero tampoco se puede dejar de reconocer que Garcia Marquez es un maestro de la lengua y es verdad lo que el dice sobre la diferencia entre la literatura de Gabo y la de Cortazar y Fuentes, por ejemplo, que no siempre se reconoce.

    Isa L.

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  3. El comentario anterior me llegó a mi correo electrónico firmado por Isa L. Pueden hacer los comentarios directamente en el blog.

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  4. Como yo lo veo lo que Volpi critica no es la literatura de García Márquez en sí sino la conversión del realismo mágico en una camisa de fuerza de la literatura latinoamericana por parte de los críticos y los medios.

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  5. No sólo de los críticos y los medios sino también de decenas de malos imitadores empezando por Isabel Allende y terminando por algunas escritoras y escritores del patio.

    Artemio Cruz

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  6. No creo que hemos perdido nada con la desaparición de las dictaduras (menos la cubana) y las revoluciones. Lo de Volpi es el típico “todo tiempo pasado fue mejor”. Hay cosas ya sabidas, como la paridad del boom –o una buena parte del Boom- con la revolución cubana, pero no hay porqué echarse a llorar, ni lamentarse de ser un país “normal.” Las utopías no desaparecen (que lea a Paul Ricoeur). Todo lo contrario, cambian. El olvido de Latinoamérica por parte de la política norteamericana le está permitiendo un reacomodo al continente. Hay que ver a Brasil, la economía de Chile, los G20, etcétera.

    J.Camacho

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  7. Norteamérica. Latinoamérica. Las Antillas. El Caribe. América del Sur. Centroamérica. América del Norte.
    Definiciones geográficas. Conceptos socio-políticos. Elucubraciones culturales.
    Todos, arquetipos del poder -político, militar, cultural,intelectual. Figuras -o figurines de la Historia.
    Hay muchas diferencias culturales en las tierras que van del río Bravo a la Patagonía. Del San Lorenzo a la Tierra del Fuego.
    Más bien hay zonas culturamente delimitadas por areas geográficas e historias más o menos comunes.
    Querer "encajonar" a la américa hispana y a la anglosajona y meter dentro como una "figura" homogénea la diversidad cultural indígena, estrechar en un "cuenco" las diferentes raices del lejano oriente y las no menos importantes diversidades de las ex-metròpolis europeas, es como pensar que un italiano es igual a un rumano. O un francés a un catalán o un gallego.
    Reconocer las diferencias -abismales en variados casos- es andar con la realidad a cuestas, es urgar en pasados diferentes, para no seguir unificando, globalizando y enmarcando un continente tan amplio y diverso como América.

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  8. RAFA.Me da gusto tu blog... lo leo con placer. Inteligencia, información, sensibilidad y buen gusto literario se revelan en tus viñetas que se agradecen por su brevedad. RECIBE UN ABRAZO DE CARLITOS OLIVARES BARÓ

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