Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

domingo, 13 de septiembre de 2009

La familia, la patria y el infierno



En literaturas tan patrióticas como las americanas, desde Estados Unidos hasta Argentina, pasando, naturalmente, por México y Cuba, la lectura de un autor como Thomas Bernhard debe resultar, por momentos, desconcertante. Los relatos autobiográficos reunidos por la editorial Anagrama, El origen, El sótano, El aliento, El frío y Un niño, exponen la memoria de un escritor que nunca perdonó a su familia la educación católica y provinciana que le impusieron padres, tutores y maestros.
En el opresivo mundo burgués del Salzburgo nazi y la segunda postguerra, Bernhard encontró refugio en tres aficiones: la música, la literatura y el suicidio. Niño y adolescente enfermizo, la vida y la formación intelectual de Bernhard resintieron los olores de los hospitales y los cuchicheos de los colegios católicos de Austria. Un cuarto lleno de zapatos, donde practicar el violín o el canto, un sótano en la casa familiar, donde el abuelo inventaba artefactos, eran remansos contra la asfixia de aquellos pueblos mozartianos.
Bernhard describe su infancia como una “antesala del infierno”. La sinceridad con que están escritas esas memorias es, por momentos, aterradora. Pero Bernhard insiste en que lo importante en literatura no es la verdad misma sino el deseo de escribirla: “durante toda mi vida he querido siempre decir la verdad, aunque ahora sé que estaba mintiendo. En fin de cuentas, lo que importa es sólo el contenido de verdad de la mentira. Sin duda podemos exigir la verdad, pero la sinceridad nos prueba que la verdad no existe”.

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