Libros del crepúsculo

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lunes, 2 de enero de 2012

Definiendo la poslegalidad







El profesor de la Universidad Di Tella, en Buenos Aires, Juan Gabriel Tokatlian, publica hoy un artículo en El País, que aborda un tema tratado en este blog. Advierte este académico que así como en América Latina, el Medio Oriente, África y Asia, es detectable un proceso de avance o consolidación de la democracia, en Estados Unidos y Europa aparecen señales inquietantes de “ocaso democrático”.


A esto último, es decir, a la tendencia a limitar libertades civiles y políticas como consecuencia de “estados de emergencia” o “amenazas a la seguridad nacional”, en el contexto de la lucha antiterrorista, lo llama “poslegalidad”. Habría que agregar que dicha poslegalidad comienza a manifestarse también en el plano del Derecho Internacional, lo cual favorece la afirmación de autoritarismos que, no por subalternos desde un punto de vista de global, carecen de hegemonía:

“Una de las tantas paradojas actuales es que mientras en la periferia muchas sociedades y Gobiernos intentan ampliar los derechos ciudadanos, en varios países centrales se pretende desvertebrar el Estado de derecho. En América Latina y, en tiempos recientes, en Oriente Próximo y el norte de África con la llamada primavera árabe, se observan impulsos y logros importantes en el reclamo y la extensión de derechos y garantías de diverso tipo. Inversamente, en países clave de Occidente, y desde el 11 de septiembre de 2001, en Estados Unidos se denota un esfuerzo desde el Ejecutivo y el Legislativo (y con pocas limitaciones por parte del Poder Judicial) de recortar y suprimir derechos alcanzados con enorme esfuerzo colectivo. Con el presunto objetivo de proteger la seguridad nacional en Estados Unidos se ha gestado una compleja estructura jurídica, burocrática e institucional cívico-militar que ha configurado de hecho una condición de inseguridad permanente; meta que al parecer ha logrado alcanzar el terrorismo transnacional a una década de los atentados en Nueva York, Washington y Filadelfia...”

Y agrega:

“La poslegalidad tiene símbolos: Guantánamo y Abu Ghraib. Tiene puntos clave de construcción conceptual: las oficinas del Legal Advisor del Departamento de Estado, delGeneral Counsel del Departamento de Defensa y del Special Counsel de la Casa Blanca. Tiene un mapa de referencia para su racionalización y justificación: la "guerra contra el terrorismo". Y tiene continuidad política bipartidista: desde George W. Bush a Barack Obama”.

4 comentarios:

  1. Estimado Rafael: para todos los efectos, los ciudadanos americanos y los permanent residents, vivimos en una dictadura. La falacia democrática ya ni siquiera se intenta enmascarar. Si tenemos en cuenta, por ejemplo, que el gobierno norteamericano se ha autoatribuido la legitimidad (vía la Corte Suprema) de secuestrar y asesinar -sin juicio ni debido proceso- a ciudadanos extranjeros desde hace años, ahora cuenta también con la autorización para ejecutar a sus propios ciudadanos sin mediar acusación alguna ni el derecho a la legítima defensa. Se ejecutó al cabecilla de Al Qaeda que era ciudadano norteamericano (Anwar al-Awlaki), se persigue judicialmente a los whistleblowers que denunciaron las escuchas ilegales por parte de la administración de G.W. Bush, se sigue deportando a inmigrantes y destruyendo miles de familias cuyos hijos terminan en familias adoptivas (historias de terror, muchas veces), se condonan las deudas de las grandes compañías que colapsaron en el 2008 con fondos del gobierno (Bail-Out), las que han vuelto a sus ganancias millonarias mientras la gente que ve rematadas sus casas sigue sin posibilidad alguna de recuperarlas. ¿Sigo?

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  2. Como se dice en Cuba, 'aqui lo que hay es que idse'

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  3. Y no se ha tratado siempre de eso? Existe una relación directa entre el nivel de democracia y el vigor de mecanismos refinados de defensa y control. Mientras más capaz sea un estado de defenderse y controlar a sus ciudadanos con sofisticación (e.g. vendiéndoles necesidades superfluas, armando un buen teatro político) más lujos democráticos podrá darse. Es lamentable por cínico, pero cualquier otra interpretación me parece demasiado ingenua. Quizás también exista diferencias en cuanto a la importancia que le dan diferentes culturas a la democracia. Me pregunto si Arabia Saudita no es lo suficientemente rica como para implementar un sistema mas abierto sin que la misma familia en el poder hoy operando tras bambalinas. En los Estados Unidos y Europa se le da más valor a la democracia como ideal y por los beneficios prácticos que esta reporta. Eso si, cuando la amenaza se hace más seria, aprietan las tuercas en correspondencia, de manera calibrada. Recordar el internamiento de los japoneses en Estados Unidos cuando la segunda guerra mundial. Ya el gobierno se disculpó, pero se repite la historia y se repetirá. Yo, castrocomunacionalista como soy, no puedo menos que admirarlos. Esto ha estado pasando en Cuba desde 1959 y deseo profundamente su sofisticación, pero no la rendición, eso no.

    Omar

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  4. Y no se ha tratado siempre de eso? Existe una relación directa entre el nivel de democracia y el vigor de mecanismos refinados de defensa y control. Mientras más capaz sea un estado de defenderse y controlar a sus ciudadanos con sofisticación (e.g. vendiéndoles necesidades superfluas, armando un buen teatro político) más lujos democráticos podrá darse. Es lamentable por cínico, pero cualquier otra interpretación me parece demasiado ingenua. Quizás también exista diferencias en cuanto a la importancia que le dan diferentes culturas a la democracia. Me pregunto si Arabia Saudita no es lo suficientemente rica como para implementar un sistema mas abierto sin que la misma familia en el poder hoy operando tras bambalinas. En los Estados Unidos y Europa se le da más valor a la democracia como ideal y por los beneficios prácticos que esta reporta. Eso si, cuando la amenaza se hace más seria, aprietan las tuercas en correspondencia, de manera calibrada. Recordar el internamiento de los japoneses en Estados Unidos cuando la segunda guerra mundial. Ya el gobierno se disculpó, pero se repite la historia y se repetirá. Yo, castrocomunacionalista como soy, no puedo menos que admirarlos. Esto ha estado pasando en Cuba desde 1959 y deseo profundamente su sofisticación, pero no la rendición, eso no.

    Omar

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