Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

viernes, 28 de octubre de 2011

En busca de Calixta Guiteras









Hace unos diez meses, en enero de 2011, publicamos aquí el post “Guiteras en Chiapas”. El mismo estuvo motivado por la lectura que alguna vez hice de Los peligros del alma (1965) y otros ensayos antropológicos de Calixta Guiteras Holmes, la hermana del líder socialista cubano Antonio Guiteras, escritos y publicados durante su largo exilio en México, entre 1935 y 1961. Había leído esos textos alrededor del año 2006, justo cuando mi amiga, la cineasta mexicana Guita Schyfter, realizaba su documental Los laberintos de la memoria (2007), inspirado también en la obra de aquella otra Guiteras, para el cual me entrevistó. De esa misma lectura salió un artículo para El Nuevo Herald, titulado “Calixta y Natasha”, sobre la hermana de Antonio Guiteras y la hija del dirigente comunista cubano Julio Antonio Mella, exiliada en Miami.
Hace algunas semanas leí en el portal Cubarte, del Ministerio de Cultura cubano, un artículo de Graziella Pogolotti (www.cubarte.cult.cu/periodico/letra-con-filo/calixta-en-chiapas/19455.html), con el familiar título de “Calixta en Chiapas”, en el que se anunciaba la aparición en la isla de un próximo volumen de ensayos de esta importante etnóloga y antropóloga. Ayer recibí la grata carta de un discípulo y amigo de Calixta Guiteras en La Habana, Frank Pérez Álvarez, con algunos detalles sobre dicho volumen, que reproduzco a continuación. Se trata de la antología México indígena. Ensayos etnográficos (2011), compilada por el antropólogo chiapaneco Víctor Manuel Esponda Jimeno. Agradezco al profesor Pérez Álvarez su amable y respetuosa carta, que responde a varias de las preguntas que hacía en “Guiteras en Chiapas”, y la autorización que me ha dado para reproducir la misma.









CARTA A RAFAEL ROJAS

La Habana, 27 de Octubre de 2011


Sr. Rafael Rojas,
México, D.F.
Email: librosdelcrepusculo@gmail.com


Compatriota Rojas:

He leído su documentado artículo Guiteras en Chiapas, aparecido en el blog Libros del Crepúsculo, con fecha 10 de enero del presente año, dedicado a la ilustre Maestra Calixta Guiteras Holmes. Como cubano, editor, discípulo y sobre todo, amigo personal que fui de la insigne antropóloga, me resulta grata la lectura de esas páginas escritas por usted que contribuyen al conocimiento de Cali, entre las nuevas generaciones, y para aquellos que se interesan por las ciencias sociales, y en especial por los estudios antropológicos en América Latina y el Caribe.

Usted hace un apretado recorrido por la vida y la obra de Calixta, interesantes reflexiones, y escribe los siguientes comentarios: "Es frustrante no saber más sobre Calixta Guiteras Holmes(…)" o "El lugar de Calixta Guiteras Holmes en la antropología mexicana está muy bien establecido. Pero, ¿por qué parecen tan débiles sus conexiones con la antropología cubana, si Guiteras regresó a Cuba a principios de los 60 y allí murió en 1988? ¿Sólo porque su objeto de estudio fueron las comunidades del Sudeste mexicano y no la cultura afrocubana? Es lógico que para su trabajo fuera más importante la referencia de Manuel Gamio que la de Fernando Ortiz. ¿Pero no es acaso su ejercicio con Arias Sojom un antecedente bastante inmediato de Biografía de un cimarrón (1968) de Miguel Barnet?"

En tal sentido me he permitido hacerle llegar algunas consideraciones a título personal y también datos que de alguna manera, creo que pueden ayudar a responder a sus preguntas, y llenar ese vacío informativo o "débiles conexiones con la antropología cubana" como usted afirma, acerca de la vida académica, de Guiteras en Cuba, estancia que, a mi parecer, resultó muy fructífera.

1. Calixta regresó definitivamente a Cuba en 1961, tenía ya 56 años, y un rico y prestigioso aval científico e investigativo en los campos de la Etnología y la Antropología Social y Cultural desarrollados en México y los Estados Unidos sobre todo en la zona de Chiapas donde realizó trabajo de campo etnográfico y participó en excavaciones arqueológicas en Palenque en compañía del destacado arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, de origen cubano-francés y mexicano por adopción. En Cuba ha triunfado la revolución en 1959, y Calixta decide regresar definitivamente a su país y participar en la nueva etapa que se iniciaba. Es el momento en que nacen organismos e instituciones de todo tipo, entre ellos aquellos de carácter cultural, como el Instituto de Etnología y Folklore de la igualmente recién creada Academia de Ciencias de Cuba. Establecida en la Isla, Calixta es nombrada miembro del Consejo Asesor de dicho Instituto y desarrolla una intensa labor en el plano científico, sobre todo en la docencia, aportando sus conocimientos teóricos y sobre todo metodológicos de la antropología mexicana y norteamericana. Mi amigo entrañable de muchos años y condiscípulo, el antropólogo, novelista y poeta Miguel Barnet, me ha referido, en más de una ocasión, y lo ha hecho público, cómo Calixta Guiteras fue la primera persona que leyó el manuscrito de Biografía de un Cimarrón, aportándole valiosos consejos y sugerencias, al igual que hizo con otros jóvenes que se formaban como investigadores de aquel Instituto. En 1970, dicho Instituto crea la Escuela de Etnología, para preparar con más rigor y calificación a los nuevos científicos. Calixta fue la directora general y profesora de Antropología General de aquella Escuela, cuyos cursos duraron hasta 1973.

2. En esta nueva etapa cubana, Calixta contribuye también a enriquecer el conocimiento entre los jóvenes historiadores del país, acerca de la personalidad, trayectoria y detalles de la vida de su hermano Tony, y sobre todo, de su ideario y quehacer político. Continúa viajando con frecuencia a México, donde mantiene contacto con sus colegas antropólogos y numerosos amigos y discípulos, todos destacadas personalidades del mundo cultural mexicano, sin dejar de visitar Chiapas. También participa, en 1964, como delegada representando a Cuba, en el VII Congreso Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas efectuado en Moscú, y ese mismo año pasa a formar parte de la Unión Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas. Hay que decir, que Cali comienza a padecer de severos trastornos cardiorrespiratorios, jubilándose en 1975. Sin embargo, sus dolencias no le impedirán mantenerse activa, asesorando metodológicamente sobre el terreno, dos investigaciones de campo etnográficas y sociológicas en dos comunidades campesinas en las antípodas del archipiélago cubano: en la provincia de Pinar del Río, región de San Andrés, y en la antigua provincia de Oriente, región de Guantánamo.

3. Colaboró en diversas publicaciones cubanas: Revista de Etnología y Folklore (en su primer número publicó un texto, inédito hasta entonces, acerca del sistema de parentesco de los tzotziles de Chiapas); Gaceta de Cuba, Cuba Internacional; Alma Mater y Trabajadores, entre otras. También recibió, entre otras distinciones, la Orden "Carlos Juan Finlay", que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba. Escribió una sentida nota acerca de Don Fernando Ortiz, a modo de homenaje, en la Gaceta de Cuba, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en el número especial dedicado a Don Fernando, en ocasión de su fallecimiento.

4. Como editor, tuve el privilegio de realizar la edición para la Editorial de Ciencias Sociales, del Instituto Cubano del Libro, de dos títulos de Calixta, y la reedición de uno de ellos, lo que hizo posible la más amplia difusión y acceso a su obra, entre los estudiosos y lectores cubanos. En 1972 apareció Los Peligros del Alma, con una Nota de la Autora a la Primera Edición Cubana, cuyo manuscrito conservo, escrita en octubre de 1971, y en 1988 –año de su deceso- vio la luz la segunda edición de ese título, esta vez con un prólogo del antropólogo mexicano Félix Báez-Jorge. En abril de 1973, Cali escribió un extenso prólogo a la edición cubana de una obra considerada un clásico de la literatura etnológica norteamericana: La Pequeña Comunidad, Sociedad y Cultura Campesinas, de su maestro y amigo Robert Redfield, traducida al español para esa edición, y publicada en Cuba por la Editorial de Ciencias Sociales ese mismo año. En 1990 apareció otro libro de Calixta, por la misma editorial. Se trata de Sayula, Un Pueblo de Veracruz, con prólogo a la edición del antropólogo cubano Rafael L. López Valdés, obra considerada para la época, un notable y precursor modelo de monografía etnográfica.

5. A escasos meses del fallecimiento de Calixta, la Casa de las Américas y un grupo de algunos de sus amigos y discípulos cubanos, le rindieron homenaje, organizando una velada en la Biblioteca José Antonio Echeverría de dicha institución en la que participó numeroso público, presidida por la poeta y ensayista Nancy Morejón, directora entonces del Centro de Estudios del Caribe de la Casa, y el que suscribe estas líneas, director por aquella época, de la Editorial de dicha institución. En esa ocasión quedó abierta allí una exposición con una amplia muestra de las ediciones de sus libros, fotos personales de la antropóloga y algunos de sus manuscritos.

6. En fecha reciente, 16 de junio de 2011, se publicó en La Habana un nuevo título dedicado a la obra de nuestra insigne antropóloga: México Indígena, Ensayos Etnográficos, que compendia once textos, entre ensayos y artículos dedicados al estudio de los grupos mayanses y huastecas, que aparecían dispersos en diferentes publicaciones, compilados por el antropólogo mexicano Víctor Manuel Esponda Jimeno, quien escribió para el libro un extenso y esclarecedor texto como Introducción. El libro está publicado por la Fundación Fernando Ortiz, en su colección La Fuente Viva. El volumen, de 284 páginas, fue presentado en la Casa Benito Juárez, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, por el que suscribe, y por Miguel Barnet, autor del prólogo y Presidente de la mencionada Fundación.

7. Por último, quiero referirme a un comentario que usted hace en su texto y que se refiere "al lugar de Calixta en la antropología mexicana, que está muy bien establecido" versus sus " débiles conexiones con la antropología cubana porque su objeto de estudio era la cultura afrocubana", y que "era obvio que para su trabajo era más lógica la referencia a Manuel Gamio que a Fernando Ortiz". Efectivamente, y coincido con usted, Calixta dedicó buena parte de su vida, vale decir, su quehacer fundamental como antropóloga cultural y social, estudiando e investigando durante años a los pueblos, comunidades y culturas de México, con maestros mexicanos y norteamericanos como Manuel Gamio, Antonio Caso, Robert Redfield, Sol Tax, entre tantos otros. En su rigor y seriedad científica y profesional no cabían las improvisaciones, y por tanto en su objeto de estudio, no ocupó espacio la cultura afrocubana, que no estudió a fondo, sobre todo teniendo en cuenta, sus largos años de exilio en México que la mantuvieron alejada de Cuba. Aunque rindió homenaje público y reconocimiento a la figura y a la obra de Fernando Ortiz al ocurrir su fallecimiento, resulta incuestionable que su esfuerzo al regresar a Cuba e insertarse en el Instituto de Etnología y Folklore, y participar en la creación de la Escuela de Etnología estuvo encaminado a brindar generosamente sus conocimientos a la institución que acababa de nacer, y sobre todo, a dotar de los instrumentos teóricos y metodológicos a los jóvenes investigadores cubanos que daban sus primeros pasos en los campos de la etnología y de la antropología.

Espero que estos datos que le hago llegar en apretada síntesis, contribuyan a enriquecer su visión acerca de la fructífera estancia y de la obra de Calixta Guiteras Holmes en Cuba durante su última etapa de vida, así como el importante lugar que su quehacer humano y científico ocupó en aquellos años de fundación, y que se prolongan en el recuerdo y en su obra hasta nuestros días.

Reciba usted un respetuoso saludo.

Frank Pérez Álvarez



Email: fpa1939@hotmail.com

6 comentarios:

  1. Bueno, si no encontro los indios cubanos fue porque no los busco. lastima que se dedico unicamente a la ensenanza, pensando que no podia aportar nada mas que eso. Si se hubiera dado un saltico por Baracoa, y otros lugares, alli se hubiera encontra un Mundo Nuevo. No lo hizo y tuvo que venir alguien de los EEUU para hacerlo: Barrero.

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  2. Hola, Rafael, creo que más allá de las buenas intenciones del señor que te escribe desde la isla hay algunos desencuentros en relación con la antropología y la etnología y con la obra de Guiteras que se están pasando por alto. Por ejemplo, el rechazo del marxismo soviético a esos enfoques y las diferencias teóricas y metodológicas entre la antropología mexicana y la antropología antillana o caribeña que conocemos muy bien en México. Nada más habría que recorcar las dificultades que en este país han tenido los estudios afromexicanos. Supongo que en Cuba suceda lo mismo con la etnología mexicana. En fin, un tema para debatir largo y tendido.

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  3. Lo que menciona ENAH, lo dice la misma Pogolotti ( en el obligado lenguaje delfico cubano ):

    Es bueno releer a Calixta Guiteras… "Sabido es el papel que ha llegado a desempeñar esta ciencia en el mundo academico de los grandes centros de poder". "No por ello debemos descartarla". "Desde otra perspectiva, su instrumental contribuye a un mejor conocimiento de nosotros mismos"...

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  4. es importante tener un enfoque culturalista de lo que se hace y si bien cali llega a chiapas pero reduce muchas cosas que ubieran sido interesantes por ejemplo la metologia de ella durante su estancia en cancuc y varias labores

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