Libros del crepúsculo

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lunes, 1 de marzo de 2010

La dictadura de la indecencia

El terremoto de Chile aplazó el V Congreso de la Lengua Española, que debía comenzar mañana en Valparaíso. Por fortuna, Babelia adelantó algo de lo que presentaría Emilio Lledó (Sevilla, 1927) en el mismo, junto a Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards. El autor de Filosofía y lenguaje sigue creyendo en los poderes redentores del idioma bien hablado y bien escrito. La lengua, dice Lledó, nos defiende de la corrupción intelectual generada por la política, especialmente, por aquellas políticas de la exclusión que conducen quienes se creen dueños de las naciones y sus literaturas.
“Ese vocabulario congelado e inerte que se ha metido en el alma, ni siquiera puede responder a la exigencia socrática de “diga lo que piensa”, o incluso “piense de verdad lo que dice”, porque la degeneración ha llegado al extremo de que no sabemos ya pensar. Los residuos de las palabras desactivadas dormitan siempre en el fondo de nuestro ser, y lo peor de ellos es que aparecen de pronto como formas incurables de irracionalidad”.
“El lenguaje, que se funda en la verdad, en la honradez personal y política, abre las puertas a la razón y a la vida. Suena utópico que los seres humanos lleguen a liberarse del dominio que ejerzan, desde las peores formas de oligarquías, los perturbados de la corrupción mental; pero no hay que renunciar a esa utopía. La vida democrática jamás podrá realizarse mientras una ciudadanía, desconcertada y engañada con la codicia de otros, se resigne, por la miserable ideología de la pragmacia, a soportar la dictadura de la indecencia”.

5 comentarios:

  1. Me pregunto si no sigue habiendo cierto sectarismo en las políticas de la lengua española, que siguen privilegiando cierto "buen decir" que vemos en los estilos literarios que imponen las editoriales más conocidas hoy en día.
    Ya hay muchos trabajos que han hecho lecturas ideológicas muy interesantes sobre las políticas de la lengua oficial en hispanoamérica y su relación con la ideología de la hispanidad, que ampararon a muchos dictadores por cierto. Hay un trabajo de Gustavo Guerrero muy interesante sobre esto.
    No hay que olvidar que muchas de estas celebraciones del idioma pueden servir también como mecanismos para uniformar la palabra, cosa que tiende a privilegiar el estilo y el lenguaje literario de las "ciudades letradas", siguiendo la nomenclatura de Rama, que hoy en día trabajan en complicidad con las grandes editoriales, con lo sistemas de premios y concursos, etc.
    No es que esté en contra de ello, pero me parece importante también mostrar la otra cara de la moneda....

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  2. Gracias por el comentario, Anónimo. ¿Te refieres al estudio de Gustavo Guerrero sobre La Catira de Camilo José Cela y la relación de este escritor con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela?

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  3. Está demostrando ser,sin dudas, un ser humano frívolo, insensible y elitista. Casi un millar de muertos en Chile; tragedia de grandes dimensiones y usted se desgasta o diluye en el aplazamiento del V Congreso de la Lengua Española.

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  4. Gracias por su nueva serie de calificativos. Tengo más de una razón para lamentar ese terromoto, pero este es un blog sobre libros, no sobre la realidad internacional.

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  5. Estimado Rafael Rojas. Yo fui el primer anónimo, y me desmarco radicalmente de lo que dijo el segundo anónimo. No sé qué persona fue esa.
    En todo caso, y volviendo a su pregunta, sí, ese es el trabajo de Gustavo Guerrero que hago referencia. Muy interesante, sobre todo en su última parte. Hay muchos otros trabajos sobre políticas de la lengua que son más ilustrativos también.
    Cada vez más me parece interesante ver los vínculos entre España y las llamadas "ciudades letradas", con las editoriales y el mundo académico, en esa "estandarización" del idioma.
    Claro, siempre es importante tener una norma, pero también es importante entender que como "norma", ésta debe estar cambiando permanentemente a fin de incluir aquellos grupos o hablantes que no han sido tomados en cuenta anteriormente...En fin, un tema largo, que quizás no va mucho al caso en este blog. De todo modos, le agradezco su reseña porque me ha hecho pensar con más detenimiento el problema de la lengua castellana.

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